Si te gusta el contenido audiovisual que mezcle hechos históricos reales con ficción e historias paralelas, te encantará la serie Roma (HBO). Tal y como yo lo veo es una forma diferente de aprender historia (tan válida como cualquier libro), y aprender la historia es vital para entender el presente y tratar de controlar el futuro.
Tito Pullo y Lucio Voreno
La serie trata sobre un centurión (Lucio Voreno) y un legionario (Tito Pullo) de la decimotercera legión. Dos personajes de ficción que ayudarán a entender las diferencias de género y clase, el trato que se daba a los esclavos y qué pasaba en Roma un día cualquiera (qué comían, como dormían o se relacionaban, etc.).
Aunque hay hechos de la historia que «podrían» estar modificados (como el origen de Cesarión), es importante entender:
- Los hechos históricos siempre tienen un componente de ficción. Los que tenemos cierta edad estamos acostumbrados a leer noticias de hechos que hemos vivido y que no se cuentan como nosotros las hemos visto. La realidad histórica no existe y hasta Yuval Noah Harari interpreta la información que recibe e infiere lo que pudo suceder.
- Lo importante nunca es el por qué sino el para qué y el cómo: Lo importante en Roma (HBO) no es si refleja exactamente lo sucedido, sino si el comportamiento de cada personaje es consecuente dentro del contexto histórico. Particularmente creo que Roma (HBO) cumple ese cometido con creces, aunque también es cierto que no soy un experto en historia (ni tan siquiera un aprendiz).
No obstante, si eres de los que se rebela contra las ficciones históricas, permíteme que te recomiende leer este artículo (no te llevará más de 4 minutos).
Servilia y Atia, cuestión de género y clase
La perspectiva de género (cómo se relacionan hombres y mujeres en un contexto de lugar y tiempo determinado) y clase (cómo se relacionan las distintas clases sociales) son el tema principal en Roma(HBO). Los hechos históricos (cómo la muerte de Julio César o de Cleopatra) son escenario.
Un ejemplo claro es el trato que los patricios y plebeyos tienen hacia sus esclavos (a los que, aunque les tengan cariño, no respetan). Hay una conversación de Pompeyo con un esclavo (junto al mar, durante la huida) que refleja perfectamente esto. Una de las últimas secuencias de Cleopatra en el último episodio, también hace referencia a ello.
Pero si dos personajes ayudan a entender la cuestión de género y clase por encima del resto, estos son Servilia y Atia, matriarcas de las dos familias más poderosas del imperio. La relación entre ellas y con el resto de los personajes de la serie es, para mi gusto, lo mejor de la serie con diferencia.
Por cierto, Atia es mi personaje favorito y probablemente, cuando llegues al último episodio de la serie, probablemente también sea el tuyo.
«Far better women than you have sworn to destroy me. Go and look for them now.» (Atia)
Nosotros y ellos, cuestión de clase
Como ya te conté en mi artículo sobre Justified, las personas tenemos un sesgo de confianza hacia aquellos con los que compartimos algo que el resto no comparten. En Roma (HBO) se refleja en distintas escenas, aunque mi favorita es la rendición de Cicerón y Bruto ante César. Algo similar a cuando dos amigos o una pareja se pelean y luego se reconcilian. César sabe que lo que le une a Cicerón o Bruto es muchísimo, y que lo único que les separa es una pequeña diferencia de percepción o conceptualización (que sí, que desata una guerra).
También la muerte de Cicerón me parece brillantemente contada para servir a la cuestión de clase. El respeto que se respira durante la ejecución es la forma que la serie tiene de contarte que esa persona, tenía un estatus que no le permitía perder cierta dignidad en los últimos momentos de su existencia.
Pero, además, si eres capaz de ver Roma (HBO) con ojos críticos, te darás cuenta de que, aun hoy en día, hay personas que siguen creyendo que esa dignidad de clase existe (aunque es mero condicionamiento). Es habitual ver a gente de clase alta sintiéndose más importante, digna o moralmente superior a las clases bajas, aunque no debería ser así. La gente no nace mejor, se hace mejor gracias a ciertas facilidades que reciba durante su vida. Por eso es preferible que mucha gente pueda recibir algún tipo de facilidad, a que unos pocos acumulen muchas facilidades.
Te recomiendo leer este estudio científico que indica que tras estudiar a un conjunto de 19.000 niños durante su crecimiento (físico e intelectual), aquellos que tenían más acceso a facilidades mejoraban su rendimiento cognitivo y aquellos que no tenían acceso a facilidades no sólo no mejoraban, sino que lo empeoraban. Si no ejecutamos políticas de igualdad, los ricos serán cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres.