Si te gustan los relatos de suspense y terror psicológico, Poe será uno de tus escritores favoritos. Este relato es una demostración más de su insultante habilidad para hacerte sufrir sembrando en tu cerebro las semillas del terror.
Maravillosas descripciones
El relato habla de una terrible plaga que afecta a un territorio, matando y atemorizando a su población. El príncipe de dicho territorio tratará de escapar de la plaga creando una especie de arca con los miembros más jóvenes y ricos de su corte.
Si por algo se distingue este relato de Poe es por sus descripciones de los elementos de decoración de la abadía donde se ha recluido el príncipe. La habilidad del maestro de Baltimore hace que elementos a priori inocuos, como cortinas o relojes, logren transmitir tensión y desasosiego. La tensión va en aumento hasta llegar al desenlace, que nada tiene que ver con dichos elementos, y que no tiene nada de original, pero no por ello es menos incómodo.
Un auténtico trilero
Sin las descripciones de los elementos decorativos de la abadía, el relato sería lineal y burdo ya que, si atendemos únicamente a la presentación del relato y el desenlace, todo es simple y previsible.
Lo brillante del relato está precisamente en ese juego de Poe, que logra incomodarnos y hacer que estemos tensos con una sencilla distracción. Nada en el escenario es terrorífico y, sin embargo, cuando el verdadero terror aparece, te das cuenta de que siempre había estado ahí, solo que de otra forma. Casi sientes alivio al llegar al desenlace y poder ponerle cara y forma al auténtico terror.
No puedes huir
Todo en el escenario causa desasosiego porque, en el fondo, todo el mundo está esperando que suceda lo inevitable. Hitchcock decía que si quieres mantener el suspense, nada mejor que enseñar una maleta con una bomba justo debajo de la mesa donde los protagonistas están comiendo, ignorantes de ese hecho. Cada segundo que pase, y el espectador sepa que la bomba está ahí y tema por el desenlace de los protagonistas, aumentará la tensión y el terror.
En este relato sucede algo similar. Todo el mundo teme que llegue la plaga, porque es lo primero que te han enseñado. Por ese motivo, todo lo que debería ser escenario, resulta amenazante. Esa es la premisa del relato en el que Poe demuestra, una vez más, que el malvado asesino solo llegará cuando deba cumplir su cometido, pero que no necesita dar la cara para producir miedo todo el rato.