Antes de empezar, tengo que confesar que he hecho una pequeña trampa en el título de este post. Friends es muy graciosa, en algunos momentos brillante, pero yo no soy el público objetivo de esta serie. Quizá por eso no me ha hecho tanta gracia como pueda hacerte a ti.
Una comedia procedimental
En Friends todo está medido al milímetro. Es una comedia de manual en la que cada gracia tiene su momento y se le da el tiempo justo para permitir que la gente la disfrute. Todo sigue un mapa perfectamente escrito. Situación, planteamiento, chiste, segundos para que te puedas reír. Todos los episodios se plantean igual y siguen la misma estructura.
No negaré que algunas situaciones son muy divertidas, que muchos planteamientos eran desconocidos hasta ese momento en la televisión, pero a mí me cansa tener siempre la misma estructura. Las series procedimentales me entretienen durante un tiempo, pero siempre termino cansándome de ellas. Y con Friends me pasa exactamente eso.
Sentarme a ver un episodio sabiendo que me reiré exactamente 8 veces en 20 minutos y pudiendo acertar casi al milímetro el minuto y segundo en el que me reiré me resulta poco gratificante.
Humor generalista
Yo no soy así. Cuando veo o leo ficción, en especial comedias, me gusta que los chistes me avasallen (como en La Vida de Brian de Monty Phyton), tener la sensación de que me he perdido una broma porque me estaba riendo de la anterior. También me gusta el humor que produce una situación alargada hasta la extenuación (como en La Vida de Brian de Monty Phyton), sobre todo si está bien hecho. En Friends hay pocos momentos de eso.
Si las bromas no van a ir in crescendo o no me avasallan, al menos me gusta tener la sensación de que soy yo el que tiene que pillarlas y no que me las ponen en bandeja (hay mucho de esto en Les Luthiers). Hay bromas que no hacen gracia a muy poca gente y a mí sí. Muchos lo llaman humor inteligente, a mí me gusta llamarlo humor no obvio. Pues bien, de ese hay muy poco en Friends.
Friends es una comedia de humor generalista, donde todos nos reiremos exactamente en el mismo momento. Sabrás que ha llegado este momento porque oirás risas enlatadas.
Encima los personajes no tienen ninguna gracia
Los personajes en Friends siguen un patrón muy sencillo. Tienen que ser gente mediocre con 2-3 características muy definida que los hace especiales. Eso hace que te puedas identificar perfectamente con cualquiera de ellos. Las características definidas concentrarán los chistes del personaje:
- Joey es un ligón que come mucho. Casi todas las bromas serán comiendo o relacionadas con sus problemas con las mujeres.
- Chandler está atormentado por su pasado y ello le hace ser un inadaptado social y protegerse tras una coraza de cinismo. La mayoría de sus bromas las causará su inadaptación social. Por cierto, aprovecho para reconocer que los chistes de Chandler no me hacen ninguna gracia.
- Mónica es una competitiva maniática del orden. ¿Adivináis con que se harán todos los chistes?
Y así con todos los personajes incluidos los secundarios. Que los chistes sean tan obvios y siempre en referencia a las mismas cosas puede que resulte gracioso para mucha gente, pero no para mí. Cuando me pasa algo divertido en mi vida, a veces tiene que ver con mis manías y mis características personales pero la mayoría de las veces no.
Pero lo que menos soporto son…
De todas las tramas que podían haber cogido para que fueran hilo conductor de la serie… van y eligen las tramas amorosas.
Los protagonistas viven en Manhattan… podrían haber estirado más el tema de los problemas económicos, pero no… eligen los enredos amorosos.
Aunque también tiene cosas buenas
Algunas situaciones son hilarantes y la naturalidad con la que se muestran muchas cosas socialmente poco aceptadas en la época es de agradecer. Friends contribuyó mucho a naturalizar, por ejemplo:
- Qué las relaciones homosexuales no eran patrimonio de los hombres.
- Qué la diferencia de edad no era una barrera para el amor.
- Las familias monoparentales (aunque se rompa un poco al final).
- Conciliación de vida laboral y social.
Lo mejor de todo… los cameos
Sin duda alguna los cameos y los cameos recurrentes. Tom Selleck demuestra en un par de gestos y miradas que tiene más vis cómica que todo el resto de los personajes juntos. Jean Claude Van Damme parece hasta buen actor cuando lo pones cerca de Monica y Rachel. Jamás se ha cantado una versión mejor de Smelly Cat que la que hace Chris Isaak.
Llegar a un hospital y que te atiendan George Clooney y Noah Wilde es un guiño que cualquier aficionado a las series de médicos agradece. Susan Sarandon espléndida como siempre y bordando lo que toca.
La lista es interminable porque raro fue el famoso de los 90 que no pasó por Friends.
Mi conclusión
Friends es una de esas series que recomiendo ver en modo shuffle, como los Simpson.
Intentar ver las 10 temporadas seguidas y en orden puede convertirse en un sufrimiento, sobre todo si intentas verla en modo atracón (binge watching). Pero si estás sentado y no tienes nada que ver, ponerte un capítulo aleatorio puede darte un ratito de calma y alguna que otra risa.
Ahora bien, si de verdad quieres reírte, te recomiendo ponerte Allô, Allô, The IT Crowd o mejor, un espectáculo de Les Luthiers. Ahí sí que tendrás la risa garantizada.